El estipendio es una práctica muy antigua en la Iglesia, que consiste en realizar un donativo, como limosna, al sacerdote que celebre la Santa Misa. El sacerdote que acepta el encargo, y recibe tal cantidad, queda obligado en justicia a ofrecer una misa por la intención del donante.
Los estipendios o donativos por el ofrecimiento de la Santa Misa han ayudado siempre al sostenimiento de la Iglesia y sus ministros. Es una manera de dar limosna y una forma particular de realizar una ofrenda por las intenciones que son presentadas durante la celebración eucarística ante el altar de Cristo.